Se subió al taxi de la misma forma en la que lo hace siempre: amplificador primero, él después, finalmente su guitarra, misma que coloca siempre entre sus piernas. El taxista inició la charla. Ante la evidencia de que muy probablemente su cliente fuese un músico, verificó y la respuesta fue afirmativa. Después reflexionó en voz alta: «Qué dificil tener que drogarse para ser músico». El músico quedó perplejo.
El espectro de Martín
En noviembre pasado, un conocido publicó un video tributo para Martín. De acuerdo al texto, el...
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